calendario 2023: febrero – Ruptura

La noche anterior una fuerza enorme sacudió sus entrañas, la borrasca se había arremolinado en torno a la casa, y parecía apretarla entre sus manos para probar la resistencia de los muros y las ventanas. Lo sintió dentro de ella, y despertó con la sensación de haber expulsado por su boca todos los fantasmas de su vida. Al verse libres, estos se entretuvieron enfriando el cuarto, observándola con sus miradas vacías y sus bocas desencajadas. Deseaban volver, pero no podían.

Pasó el resto del día con un escalofrío astillándose dentro de sus huesos, cansada e intranquila. De los otros habitantes de la casa, sólo la gata se percató del cambio, pero desapareció tan pronto como alguien abrió la puerta de la cocina. Sus padres, sus hermanas, incluso la sirvienta, estuvieron de un inusitado buen humor, planeando la visita de unos familiares algunos días después.

Intentó convencerse de su exageración, era absurdo aquel rechazo por todo lo vivo y lo cotidiano, pero no logró deshacerse de la sensación. Estaba distraída, su mirada se iba constantemente a las agujas del reloj y al calendario colgado de la pared.

– ¿Por qué? -se preguntó.

Por la tarde no pudo soportarlo más, y salió de paseo, sola. El alivio fue inmediato pese al frío y los árboles desnudos, nada la desanimó, aquella angustia de su pecho había desaparecido por arte de magia, y ella no se lo explicaba. Cruzó el parque, se alejó por el río hasta dejar atrás la iglesia, y luego se desvió hacia el norte. Oscureció rápidamente, y vio prenderse el pueblo poco a poco. Debía volver a su casa, a su habitación llena de fantasmas que esperaban ser tragados de nuevo, pero por primera vez jugueteó con la idea de abandonarlos allí, de no volver.

Una ráfaga de viento azotó de pronto la alameda, y las hojas doradas cayeron sobre ella descargando su peso. Ahora, y quizá sólo por un breve lapso, no necesitaba soportar las voces de sus fantasmas, sus recriminaciones, y veía las cosas claras, veía las cuerdas atadas a sus muñecas en un extremo, y a aquella vida heredada en el otro, aquella vida señalada casi con desidia por su madre y su abuela y sus tías desde su infancia, cuando tuvo la osadía de mostrar curiosidad por otras cosas.

Ahora debía volver, ella no era ninguna heroína de cuento capaz de tomar un carruaje con cualquier destino, pero trazaría un plan, juntaría el dinero ahorrado y prepararía las maletas, estaba decidida a abandonar el pueblo en primavera para andar su propio camino. La idea le hizo sentirse ligera mientras desandaba sus pasos, tendrían que ser otros quienes se tragaran los viejos fantasmas, ella no lo haría.

Ruptura, Remedios Varo

Este cuento pertenece a la serie del Calendario literario 2023, febrero.
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